Wednesday, February 28, 2007

ANTES Vs AHORA
En varias ocasionenes he escuchado comentarios acerca de las abismales diferencias que encontramos cuando se compara el estilo de vida de hace un siglo y el que transcurre ahora, en estos días donde nosotros vivimos; y en verdad espero que trabajemos de manera personal para que no haya mucho de verdad tales diferencias, especialmente porque se dice que aun cuando la tecnología esta "a la mano", el mundo es un caos. No con ello quiero decir que no tenga mucho de cierto, más de lo que podríamos querer, principalmente en lo que se refiere a la educación, sea esta moral, cívica, cultural, etc.; sin embargo, es precisamente por el contexto en que se vive, me parece inapropiado afirmar que "la vida de antes era mejor" y culpar a la tecnología y todo lo que conlleva de los conflictos personales, familiares y sociales que son imposibles de ocultar o de fingir que no existen.
La esperanza de vida en los paises desarrollados se estima alrededor de los 75 años y se cuenta con tratamientos médicos que cien o dosientos años atrás, quizá ni siquiera podían imaginarse. La composición de las familias ha cambiado en número y forma, actualmente los roles de sus integrantes son muy variados y mucho más lo son las actividades que cada uno realiza. La posibilidad de transmitir y adquirir información, al menos de manera teórica parece más rápida y eficaz. Todo es verdad, como lo es también el hecho de que las cosas no son como se esperaría si se tienen en cuenta todas las "comodidades" con las que contamos, la pregunta es: ¿Por qué?, ¿por qué teniendo todos estos beneficios la sociedad esta enferma de deseos de destrucción y posesión, de superioridad, de guerra, adicción y pérdida de valores? No creo que se deba a la tecnología encarnada en televisores, videojuegos ni teléfonos celulares, sino quizá en lo que se hace y se deja de hacer para "poseerlos", aunque no se disfruten. Así como tampoco creo que las familias de antes hayan tenido más ni mejor convivencia sólo porque eran grandes y tenían más tiempo disponible para el descanso, porque no debemos olvidar que también en esa época los padres e hijos estaban distanciados, argumentando el respeto y la ley paterna que debía ser respetada bajo cualquier circunstancia. La jornada laboral y las actividades realizadas en muchos de los casos eran también de más de ocho horas y aunque la madre permanecía en casa, también tenía más hijos y muchas otras tareas caseras que realizar. Por supuesto creo que el tiempo es necesario para educar con calidad a los hijos, pero también es necesaria la dedicación y por desgracia una no viene de manera gratuita con la otra, pero lo más importante para que este tipo de enseñanza ocurra y funcione es la voluntad y la acción para que pase, sin importar que en el medio haya o no tecnología y comodidades.