Thursday, December 28, 2006

¿Amar Demasiado?
Simplemente me pregunto si eso es posible o lo que es peor, dañino: ¿Amar demasiado? Cuando escuché que esta expresión es usada para explicar que una persona puede sentir insatisfacción, infelicidad, decepción o dolor dentro de una relación sentimental, principalmente de pareja, realmente me sorprendió y definitivamente estoy en desacuerdo, explicaré por qué:

Siempre he creído que sólo hay 2 opciones: querer o no querer, amas o no. A cuantos de nosotros durante nuestra infancia, o quizá aun ahora, los tíos, abuelos o padres nos decían “a quien quieres más, a tu mamá o a tu papá, a tu abuela materna o paterna” situación que nos ponía en verdaderos aprietos porque no es fácil ordenar en una jerarquía los sentimientos hacia las personas; el amor no es cuantificable, es meramente subjetivo y está relacionado con preferencias referentes a manifestaciones de afecto, actitudes y experiencias vinculadas con las personas y que constituyen aspectos imposibles de aislar. Decir “Te quiero mucho”, o preguntar “¿cuánto me quieres?” está relacionado con la forma en que amamos y en el cómo lo demostramos. Se refiere al sentimiento implicado en el Amor lo que define la forma en que se ama, incluyendo ternura, pasión, etc., que en mayor o menor grado están presentes en una relación afectiva, formando combinaciones que determinan la amistad, el compañerismo, o el amor, porque esos sentimientos repercuten también en la forma en que reaccionamos en actitud y comportamiento con una persona en específico.

Cuando una persona ama a otra se da por hecho que se realiza una serie de acuerdos e inclusive reformulaciones en ciertos aspectos personales que permiten que la interacción entre la pareja conlleve a resultados positivos para ambos; es decir, que Ambos Ceden en detalles como ver el partido de fútbol el fin de semana, elegir el color de la habitación, el lugar para cenar o en decisiones como la educación de los hijos. Sin embargo también es cierto que dentro de las relaciones interpersonales, de cualquier tipo que sean, existe algo que debe permanecer inquebrantable y es precisamente el RESPETO hacia el otro y hacia uno mismo, porque si bien es cierto que deben existir acuerdos, debe evitarse que se perciba como “sacrificio” lo que se hace para que la relación funcione. Lo que se esta dispuesto a hacer por amor, no significa que el que haga más - quiere más, porque en primer lugar lo que se hace debe ser resultado de una decisión personal y sin presiones externas y por lo tanto la persona se siente cómoda y contenta; el segundo punto y quizá más importante: el que una persona haga algo sólo “para complacer a su pareja” aun cuando inclusive le resulta desagradable, no quiere decir que es consecuencia de Amar Demasiado a la otra persona. Obviamente cuando una persona se sacrifica para que otro sea “feliz”, es “infeliz”. El hecho de que la pareja ame o no a la persona que sacrifica es probablemente menos importante comparado con el hecho de que en realidad el problema gira en torno a que esta persona espera que el otro reaccione de manera diferente a como lo hace, por lo que la insatisfacción, dolor, decepción o infelicidad experimentada por la persona que supuestamente sufre por amar demasiado, surge cuando la persona no recibe las manifestaciones de afecto con las que desearía que su pareja reaccionara para demostrarle su amor. El amor es un sentimiento y por tanto totalmente subjetivo, pero la tendencia es describirlo como algo que repercute de manera positiva en la vida de quien lo experimenta y aunque por supuesto cuando se trata del amor entre una pareja, es un ciclo que puede presentar altibajos, pero es una constante. Dudo que amar a alguien, aun cuando consideremos que ese sentimiento es, poco, mucho, o demasiado, pueda hacer sufrir a la persona que ama; sufrir porque se ama a otro es absolutamente ilógico.

Wednesday, December 27, 2006



La Esencia de la Navidad
Cuando pensamos en la palabra Navidad, a la mayoría de nosotros asociamos inmediatamente incontables imágenes que nos recuerdan la convivencia con nuestros seres queridos, familiares y amigos que aunque pueden estar con nosotros el resto del año, especialmente en esta época el contacto con ellos "se dulcifica" y de hecho de manera general, la mayoría de la gente muestra una actitud mucho más complaciente, positiva, cariñosa y dispuesta, actitud que creo que es quizá la verdadera escencia de la navidad: Compartir, aunque es muy cierto que la mercadotecnia propicia la adquisición de toda clase y cantidad de objetos disponibles para "demostrar nuestro cariño a quienes amamos", y que aunado al hecho de que en general la gente posee mayor poder adquisitivo, existen también eventos de carácter benéfico que posiblemente si se llevaran a cabo en otra época del año no generarían los mismos efectos en la población y por lo tanto, tampoco los mismos resultados.
¿Qué pasa con nosotros en Navidad? ¿Qué hace que actuemos de manera diferente, por qué en general somos "mejores personas"? Recuerdan la historia del Señor Scrooge del Cuento de Navidad de Charles Dickens?... quizá el ejemplo es extremo, pero por desgracia tiene mucho de verdad, en ocasiones parecería que la gente solo esta interesada en lo materia y todos sus ideales y esfuerzos están orientados a Tener más, y el actuar de esta manera deja a un lado el aspecto personal o emocional, las familias pasan poco tiempo juntas, se vive dando por hecho que las personas a quienes queremos saben que las queremos y que ellos nos quieren, pero en realidad son sentimientos que pocas veces se comunican, hasta que pasa algo que de pronto actúa como un freno, una pausa... eso es la Navidad, un momento que aprovechamos para amar sin sentir ni pensar que el demostrarlo el resto del tiempo puede hacernos ver como personas débiles o cursis, porque el Tiempo de Navidad lo permite... Ojalá podamos aprender a mantener el espíritui navideño toda nuestra vida, porque de lo contrario el tiempo pasa y se va y con él todos los sentimientos que nunca expresamos. Feliz Navidad!!!